Almacén (tango)

Aún creo estar mirando
manos delicadas
haciendo un envoltorio
con calma y devoción,
formándole orejitas
con el papel de strasa
para mi compra escasa
de azúcar en terrón.

Si paso por la puerta
te silbo como entonces
y el eco del silencio
contesta con tu voz.
Te espero tontamente
soñando que una noche
se suban las persianas
y te aparezcas vos.

Almacén...
que te vió despachar
con la yapa de dar tu sonrisa también.
Almacén
yo quisiera comprar
por mirarte mirar y mirarte también
Almacén
que cerró alguna vez
y que luego un cartel ofreció en alquiler
Almacén...
Y te fuiste después.
Y nos vio sollozar...
Almacén...

Aún creo estar tomando
tus manos nuevamente
en el portón de enfrente
-mirando al almacén-
junando que no salgan
tus viejos a buscarte,
ansioso por besarte
y por tu amor también.

Te veo despachando
alegre y orgullosa,
tomando, primorosa,
la pala de latón.
O por la noche darme
permiso, sigilosa,
para entibiar tu rosa
detrás del mostrador.

LETRA: Ernesto Pierro
MÚSICA: Osvaldo Tubino

De dorapa (milonga)

Se la daba de bacán
al que nada le faltaba.
Tarjeta golden portaba
y bronceado artificial;
camisa seda italiana,
un lompa de Cristian Dior,
en timbos de lo mejor
el tipo siempre calzaba.
Las minas se imaginaban
que era un cheque al portador.

Por lo que ella ni dudó
cuando el langa le hizo un guiño,
y soñó con su cariño
y también con el confort.
Se aprestó a darle su amor
total y sin miramientos,
barruntó el departamento
donde él la llevaría
y esa noche ¡mamma mía!
se empilchó que ni te cuento.

Pero llegado el momento
del encuentro tan deseado,
el tipo pidió al fiado
dos cafés en un sucucho,
y le ofreció –como mucho-
garronear otro cortado.

Y cuando ella creía
que iba a andar en voituré,
para más tarde a un sommier
ir a recibir el día,
se encontró que él le ofrecía
dar una vueltita a pié.

Y en lugar de un bulincito
lujoso y a todo tren
se la llevó a un terraplén
de iluminación difusa,
donde la pobre chirusa
sin entender bien que sapa
la recibió de dorapa
y encima medio cachuza.

LETRA: Ernesto Pierro
MÚSICA: Osvaldo Tubino